Grandes obras para la gestión del agua

El panorama que se presentaba a la II República en materia de política hidráulica no era gratificante en general, y muy particularmente en Andalucía. En esta región, sólo tres embalses tenían ya vigencia: el del Guadalmellato, construido en 1911, el entonces denominado Pantano del Chorro, hoy día conocido como del Conde de Guadalhorce, que terminó de construirse en 1921, y otro residual, el Embalse de Cala de 1927. A este déficit fue sensible el Gobierno de la República de forma que crea un Ministerio de Obras Públicas con una Dirección General de Obras Hidráulicas y pone al frente a una persona de gran peso político como fue Indalecio Prieto, quien rápidamente se propone fomentar la creación de pantanos y la puesta en riego de grandes superficies. En Andújar, en 1932, se inaugura un nuevo embalse, el de la Jándula. Durante los escasos años que duró la II República se culminaron tres veces más pantanos que en la dictadura de Primo de Rivera.

A esta inquietud por la obras hidráulicas no fue ajena la Escuela de Veterinaria de Córdoba de aquellos años. En 1932 se organizaron dos viajes a los dos más importantes embalses que entonces existían en Andalucía, el del Chorro en Málaga, y el del Guadalmellato en Córdoba. De ambos se conserva el testimonio gráfico de estas visitas de los escolares a través de las películas pertenecientes al fondo histórico de la Facultad de Veterinaria.

Como era habitual, previamente a la realización de los viajes, se creó una comisión de alumnos que, además de trazar los itinerarios, se encargarían de la toma de notas de todos los acontecimientos que se produjeran en los viajes.

El primero de los dos viajes tuvo lugar entre el 24 y el 28 de Abril de 1932. Los alumnos salieron desde la Plaza de las Tendillas de Córdoba en un autobús con matrícula CO-4839, para, pasando por Alora, llegar al pantano del Chorro. En el film se muestras imágenes de la visita a la Central Eléctrica y del paseo, un tanto peligroso, que hace la expedición por el Balconcillo del Chorro lo que les permitía tomar unas vistas panorámicas extraordinarias.

Se aprovecha este viaje para trasladarse a Málaga al día siguiente, 25 de Abril. En esta ciudad se pasea por el puerto y se visita el Museo Oceanográfico. La información sobre esta temática que se suministra a los estudiantes se completa con salidas en barca al mar para realizar prácticas oceanográficas, tomando muestras de agua del fondo marino.

Para la organización previa de los viajes, se constituían comisiones de alumnos que se encargarían de la toma de notas de todos los acontecimientos de los itinerarios y que quedaban recogidas en unos cuadernos de viaje que posteriormente eran entregados a cada uno de los alumnos participantes. El alumno encargado de la redacción de la Memoria del a Marruecos fue D. Rafael Sánchez de C. Urbano. En la actualidad se conservan algunos de estos cuadernos en manos de los familiares descendientes de quienes fueron alumnos partícipes del viaje, tal es el caso del Veterinario D. Rafael Calero Carretero, que custodia el cuadernos de notas del viaje a Marruecos que realizara su padre D. Rafael Calero Villarreal cuando era estudiante de Veterinaria.

No fue un viaje del todo agradable. La película recoge el mal rato “momentos trágicos” de un alumno no adaptado a los vaivenes el barco. Se regresa a Málaga registrándose imágenes de su catedral. El día 26 se dedica a visitar Gibraltar, el 27 realizan una gira por Torremolinos y una visita a la vaquería de San Leycin, y el 28 se regresa a Córdoba.

En la excursión al pantano del Guadalmellato, dada su cercanía a Córdoba, los escolares sólo están fuera un día, el 8 de mayo de 1932. La película recoge el paseo que realizara la expedición por el entorno del embalse y la visita a la presa. Los alumnos además aprovechan el viaje como día de recreo recorriendo el pantano en barca y realizando un pic-nic en las proximidades del mismo. Queda constancia de las muy bellas vistas y paisajes de aquella zona de la sierra cordobesa.