Se demuestra la viabilidad de introducir robótica avanzada en invernaderos

Un estudio realizado por el Grupo de Investigación AGR126 ‘Mecanización y Tecnología Rural’ de la Universidad de Córdoba adscrito al ceiA3 demuestra, a través de un caso de éxito, que es factible la introducción de robótica avanzada como una alternativa viable para la agricultura en invernaderos.
España es uno de los países con mayor superficie destinada a la producción hortofrutícola en invernadero, registrándose un total de 77.923 ha, siendo Almería (34.309 ha) y Huelva (18.663 ha) las principales provincias (ESYRCE, 2024), que, además, representan dos tipologías de construcción, el clásico invernadero y los denominados túneles, respectivamente. Éstos últimos, empleados en el cultivo de la fresa y los frutos rojos (frambueso, arándano y mora), forman un estructura modular en base a arquillos metálicos semicirculares de hierro galvanizado, apoyados sobre postes también metálicos, situados, aproximadamente, cada 7,2 m, sobre los que se tiende la lámina de plástico (generalmente de polietileno) consiguiéndose alturas máximas de 3 – 4 m en el centro, suficientes para permitir el trabajo de los operarios y la realización de operaciones mecanizadas (con tractores fruteros o compactos).
Los cultivos se plantan en lomos (de 60 a 65 cm de ancho) acolchados con plástico negro, para incrementa la temperatura del suelo en los meses más fríos, minimizar el crecimiento de hierbas, reducir la evaporación de agua y proteger las plantas frente a patógenos, mientras que las calles quedan cubiertas con flora arvense, manteniéndose mediante siega mecánica (pases de desbrozadora acoplada al tractor en las calles y de desbrozadora manual para apurar cerca del lomo).
Ante esta situación, el Grupo Operativo BioTerraBot (https://bioterrabot.ecovalia.org/) ha planteado la eliminación progresiva del acolchado plástico en los invernaderos y la búsqueda de alternativas más sostenibles para el mantenimiento del suelo, siendo una opción prometedora el uso de cubiertas vegetales sembradas, que ofrecen beneficios como la absorción de carbono, el aumento de la biodiversidad, la lucha biológica y la mejora de la fertilidad del suelo.
Tecnología utilizada
La democratización del código abierto, con sistemas como ROS (Robot Operating System), ha facilitado el desarrollo de aplicaciones robóticas en diversos sectores, incluyendo la agricultura.
En este contexto, los invernaderos, debido a las condiciones controladas que presentan, constituyen un entorno ideal para su introducción, siendo un buen ejemplo de ello, el sistema robótico autónomo desarrollado en este trabajo, cuya función es el mantenimiento mecánico de las cubiertas vegetales sembradas, en los lomos y en las calles, que permiten eliminar el acolchado plástico.
El sistema se basa en un vehículo autónomo comercial (Robotnik Summit XL), denominado AMR (Autonomous Mobile Robot), que incorpora diferentes tecnologías para la navegación, como son: un sistema GNSS RTK, para la georreferenciación precisa mediante correcciones NTRIP o estación base propia; una unidad inercial, para la orientación del vehículo; un sensor LiDAR, para el mapeo del entorno y la detección de obstáculos; y una unidad CPU con sistema operativo Linux y ROS, para la gestión de la navegación y procesamiento de datos.
Fuente: Interempresas