VIÑAS VIVAS es un proyecto fundamental para acelerar la transición del viñedo andaluz hacia un sistema más sostenible

El Grupo Operativo, en el que participa el Campus de Excelencia Internacional de Agroalimentación ceiA3, la Universidad de Cádiz, ASAJA Cádiz y Bodega Primitivo Collantes y el Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica (IFAPA) como agente colaborador, ha celebrado su jornada final en Jerez de la Frontera (Cádiz).
El manejo inteligente de la cubierta vegetal y del agua son dos factores claves para optimizar la gestión de los viñedos andaluces y asegurar su sostenibilidad económica y ambiental. En este sentido, el Grupo Operativo VIÑAS VIVAS se ha centrado en desarrollar e implementar estrategias innovadoras que faciliten esta gestión de una manera sostenible, “a través del estudio de la nutrición de la vid en Andalucía y el desarrollo de fertilizantes foliares basados en el aprovechamiento de los recursos locales y la economía circular”, según ha explicado Raúl Ochoa Hueso, Profesor Titular de Botánica en la Universidad de Cádiz, y coordinador del grupo, durante la jornada final del proyecto celebrada en el Salón del IFAPA en Jerez de la Frontera.
El objetivo de VIÑAS VIVAS ha sido contribuir a acelerar la transición del modelo de viñedo convencional intensivo a viñedos sostenibles de alto rendimiento. Y, para ello, se han desarrollado indicadores agronómicos novedosos de limitación por nutrientes, para optimizar el uso racional de fertilizantes. Según apuntó el profesor Ochoa Hueso, “es necesario comprender cuáles son los principales macro y micronutrientes que limitan el desarrollo y salud de las plantas en nuestra región para poder diseñar estrategias exitosas”.
En este sentido, la valorización de materias primas y recursos naturales disponibles para el viticultor permite la elaboración de enmiendas, fertilizantes y bioestimulantes de bajo coste y amplia disponibilidad. Estos pueden contribuir a acelerar el proceso de conversión sostenible del viñedo andaluz, especialmente durante los primeros años tras el cambio de manejo, cuando la nutrición de las viñas es crítica.
Con todo ello, según el profesor Ochoa Hueso, los resultados principales indican que “la implantación de cubiertas vegetales, clave para mejorar la biodiversidad y el suelo, puede afectar al rendimiento si no se gestiona adecuadamente, por lo que es fundamental monitorizar el estado nutricional de las plantas, ajustar la fertilización según elementos críticos como P, K, Fe y Mn, y valorar el uso de recursos locales como subproductos agrícolas o lana para elaborar insumos sostenibles y de bajo coste. Por tanto, el manejo inteligente de la cubierta vegetal, del agua y de los microelementos nos permitiría compatibilizar sostenibilidad y productividad”.
El profesor también apunta que “el cambio de manejo puede influir en las características del vino, tanto de forma positiva —aportando un valor añadido vinculado a la sostenibilidad y el enoturismo— como negativa, si se emplean productos que alteren su perfil aromático”, lo cual debe ser tenido especialmente en cuenta por los viticultores y enólogos que buscan unas características concretas de sus vinos.
Durante el desarrollo de este proyecto, se ha llevado a cabo también un ensayo en tres parcelas, donde se han aplicado tres tipos de manejo: laboreo, cubierta vegetal desbrozada mecánicamente y cubierta vegetal desbrozada con ovejas. Según explica, Belén Puertas investigadora principal del IFAPA Rancho la Merced, quien ha llevado el control de estos ensayos, “se ha observado que la producción de uva en la parcela de laboreo ha sido mayor que en la de cubierta vegetal, siendo la desbrozada por ovejas la que menos uva ha producido”. Unos datos inversamente proporcionales a la graduación alcohólica, ya que “los vinos procedentes de los ensayos con ovejas han tenido mayor graduación en alcohol que los de cubierta vegetal desbrozados mecánicamente y aún más que en la parcela de laboreo”.
En resumen, la reconversión del viñedo de secano es un proceso complejo que requiere no solo innovación, sino también una reflexión profunda sobre el papel del vino y del viñedo en relación con el medio ambiente, la sociedad y la economía. Es fundamental reeducar tanto a los viticultores como al público en general sobre la necesidad de desarrollar un sistema productivo más resiliente y menos dependiente de insumos, que contribuya simultáneamente al bienestar social, la biodiversidad y la economía.
Por su parte, Lola de Toro, Directora Gerente del ceiA3, ha presentado las tareas de divulgación y transferencia ejecutadas en el marco del proyecto y que han sido claves para fortalecer el efecto multiplicador y divulgar los resultados del proyecto.
El proyecto GO VIÑAS VIVAS está financiado con Fondos Europeos Agrícolas de Desarrollo Rural (FEADER) y de la Junta de Andalucía en la convocatoria para el Funcionamiento de Grupos Operativos Regionales de la Asociación Europea de Innovación en Materia de Productividad y Sostenibilidad Agrícola (EIP AGRI) de 2022.