BOVINOLIVE: La pulpa de aceituna reduce los costes de alimentación y mejora las cualidades saludables de la grasa de la leche y la carne del ganado vacuno


El Grupo Operativo ha estudiado los efectos de incluir pulpa de aceituna en la alimentación de ganado vacuno lechero y de carne y ha concluido que es viable debido a la ausencia de efectos negativos en la productividad y al ahorro económico.

La pulpa de aceituna, parcialmente desgrasada y deshuesada, se genera en millones de toneladas anuales en España, lo que resalta la necesidad de una vía alternativa para su aprovechamiento y para reducir el impacto ambiental. Atajando esta preocupación de la industria agraria, que busca revalorizar los subproductos del aceite de oliva, específicamente DCOOP, y a raíz de la necesidad de paliar los altos costes de la alimentación animal, surge el Grupo Operativo BOVINOLIVE que ha evaluado la viabilidad de incorporar este subproducto en la alimentación de vacuno de leche y de carne dentro del contexto de la economía circular y la bioeconomía.

Este GO, integrado por DCOOP Sociedad Cooperativa Andaluza (SCA), Alba Ganaderos SCA y el Campus de Excelencia Internacional Agroalimentario ceiA3, ha encontrado como principal reto llevar a cabo una correcta caracterización de la pulpa de aceituna, “ya que hemos detectado una carencia de conocimiento en la academia debido a la mala caracterización de este subproducto”, explica Andrés L. Martínez investigador ceiA3 del grupo ‘Ciencia Animal|AGR-195’ de la Universidad de Córdoba. Lo principal era partir de una definición de sus propiedades químicas y nutricionales. Esto era crucial para garantizar la seguridad y efectividad en la alimentación animal, ya que es un campo muy delicado.

De esta manera, se realizaron determinaciones en muestras del producto (pulpa de aceituna) en los laboratorios de DCOOP y del Departamento de Producción Animal de la Universidad de Córdoba para establecer las características químicas y determinar la digestibilidad in vitro de cara a estimar su valor nutricional y energético. Y, posteriormente, se ha llevado a cabo un diseño experimental se adaptó a las condiciones de las ganaderías.

“Inicialmente, se consideraron dos niveles de inclusión de pulpa, pero se ajustó a un grupo control y un grupo suplementado con pulpa para facilitar la implementación”, explica Carmen Avilés investigadora ceiA3 del grupo  ‘Lactología y tecnología de la carne | AGR-120’ de la Universidad de Córdoba, y añade que “también se incorporaron actividades no previstas inicialmente, como el análisis sensorial de la carne y leche con 80 consumidores, debido a la disponibilidad de muestras y la oportunidad de obtener información valiosa que ha enriquecido el proyecto”.

Durante 45-60 días se incorporó esta pulpa de aceituna a la alimentación del ganado, “mediante sustitución, reemplazando un 10% de la fracción vegetal del pienso convencional en terneros (cereales y harina de soja) y un 5% de la materia seca total de un unifeed típico en vacas de ordeño”, añade Martínez. La recogida de muestras de leche y carne se realizó transcurrido ese período, lo que garantizó un tiempo suficiente de adaptación ruminal.

En las vacas de ordeño no se observaron diferencias significativas en la producción y composición de la leche, aunque sí se observó un cambio favorable en el perfil de ácidos grasos de la grasa láctea con aumento del contenido de ácidos grasos a los que el conocimiento científico actual atribuye propiedades antiinflamatorias y antitumorales en el cuerpo humano. Esto se considera un resultado positivo, ya que permite la sustitución de productos más caros en la alimentación sin afectar el rendimiento o las cualidades nutricionales de la leche.

En lo que respecta al vacuno de carne, los animales que consumieron pulpa no mostraron diferencias significativas en la velocidad de crecimiento ni en el peso final, pero, al igual que en el caso de la leche, se modificó el perfil de ácidos grasos de la grasa intramuscular en un sentido favorable para la salud humana. Estos cambios en el perfil de ácidos grasos se tradujeron en diferencias en el perfil de compuestos volátiles que repercutieron en el olor y sabor de la carne. “En el análisis sensorial, los consumidores otorgaron puntuaciones más altas al olor y al sabor de la carne de animales alimentados con pulpa de aceituna”, explica Avilés. Estos compuestos volátiles son responsables del aroma y dependen de la composición grasa del alimento.

Dada la ausencia de diferencias en la productividad, una de las conclusiones más notables es el sustancial ahorro económico en la alimentación de estas ganaderías derivado de la inclusión de pulpa en la ración ─de hasta el 9% en el coste de ración para terneros y hasta un 6.5% para vacuno de leche─. Cabe destacar que el uso de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) aplicadas a la ganadería han sido cruciales para interpretar mejor los resultados, especialmente en vacas de ordeño, permitiendo un seguimiento individual de los animales y facilitando la comprensión de los efectos del cambio de alimentación.

El proyecto está financiado a través de los fondos europeos agrícolas de desarrollo rural (FEADER) y cofinanciado por la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía en la convocatoria para el Funcionamiento de Grupos Operativos Regionales de la Asociación Europea de Innovación en Materia de Productividad y Sostenibilidad Agrícola (EIP AGRI) de 2022.



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