Estudiantes comen grillos en la Semana de la Ciencia de la Universidad de Almería


Estudiantes comen grillos en la Semana de la Ciencia de la Universidad de Almería

 

Un investigador del Ceia3 ha organizado en el marco de la Semana de la Ciencia de la Universidad de Almería una degustación de insectos en la que han participado alumnos de Secundaria.

El profesor del departamento de Bilogía y Geología, Fernando García Barroso, quien lleva años trabajando con estos ejemplares para acuicultura en su grupo de investigación, ha puesto sobre una mesa en el hall del Aulario IV bandejas con gusanos de dos tipos, tamaños y grosores, así como saltamontes y grillos, fritos en aceite de oliva según ha informado la institución en un comunicado.

En este se precisa que todos ellos estaban «convenientemente limpios después de que el profesor «los haya tenido a dieta de lechuga y manzana y luego en agua durante varias horas para que expulsaran cualquier resto». También se han ofrecido para degustación bombones de chocolate con leche y de chocolate blanco pero rellenos de crujientes gusanos o grillos.

En poco más de media hora, apenas quedaban unos cuantos insectos sobre las bandejas. Todos los demás habían sido «devorados» con gusto por los adolescentes, aunque no por Barroso, quien ha admitido ser reacio a probarlos. «Nunca los he comido. Es verlos y se me cierra el estómago», ha apuntado.

«La verdad es que saben a pipas», decía uno, mientras se metía en la boca un puñado de gusanos. Otro añadía: «Pues a mí me parece que los saltamontes saben a pollo». «Los más asquerosos son los gusanos gordos, que están blanditos por dentro y estallan en la boca», decía una chica, con gesto de asco.

Barroso ha trasladado a los participantes en la experiencia que comer o no insectos es, básicamente, una cuestión cultural. «Para los occidentales, las langostas son una exquisitez y, sin embargo, se alimentan de restos del fondo marino. En la actualidad, más de 1.900 millones de personas tienen en los insectos una parte fundamental de su dieta porque son una fuente riquísima de proteínas. Muy posiblemente, en veinte años, todos los hayamos incorporado a nuestra dieta porque los humanos somos para el planeta una especie de plaga y no hay alimentos para tanta gente», ha señalado

El profesor se ha mostrado, asimismo, sorprendido por el éxito que ha tenido esta degustación. «Creía que no los iba a probar nadie y fíjate, apenas han quedado unos pocos», ha afirmado al recoger las bandejas.



UAL_logo_230x230
UCA_logo_230x230
UCO_logo_230x230
UHU_logo_230x230
UJA_logo_230x230

Centro colaborador
SUBSCRÍBETE A NUESTRO BOLETÍN DE NOVEDADES