La pulpa de aceituna puede incorporarse a la dieta en caprino lechero hasta en un 15%

El artículo científico ‘Evaluación y caracterización in vitro de la pulpa de aceituna como ingrediente en piensos de caprino lechero’, publicado en el quinto número de la revista C3-BIOECONOMY que impulsa el ceiA3 estudia la viabilidad de incluir pulpa de aceituna en la dieta animal para la reutilización de un abundante subproducto en España.
En la Unión Europea se producen al año alrededor de 16 millones de toneladas de subproductos agroalimentarios, y en el ranking España es el país que va a la cabeza con cerca de 1,6 millones de toneladas. Estos subproductos, en muchas ocasiones se convierten en deshechos, residuos que afectan negativamente en el medioambiente, por eso, darles una segunda vida se ha convertido en una carrera a contrarreloj.
Si centramos los datos en la industria del olivar, España genera cerca de 612.000 toneladas/año de subproductos, en su mayoría de pulpa de aceituna, de ahí que muchos estudios científicos estén investigando cómo poder incorporarla en la alimentación del ganado, lo que supone una oportunidad para la transición a la bieconomía circular. Este tema ha sido el epicentro del artículo científico “Evaluación y caracterización in vitro de la pulpa de aceituna como ingrediente en piensos de caprino lechero” publicado por Alberto M. Sánchez-García, Manuel Romero Huelva y A. Ignacio Martín-García en el quinto número de la revista C3-BIOECONOMY que impulsa el Campus de Excelencia Internacional Agroalimentario ceiA3.
Un estudio que ha evaluado el valor nutritivo de una variante de pulpa de aceituna (parcialmente deshuesada y desecada, pero sin reextractacción) mediante el análisis de su composición nutritiva y la realización de cultivos in vitro de microorganismos ruminales, para estudiar la fermentación ruminal (FR) tanto de la pulpa de aceituna (PA) frente a otras materias primas comúnmente utilizadas en la elaboración de piensos para rumiantes, como de diferentes proporciones de incorporación de PA en un pienso comercial.
Hay que subrayar que el empleo de subproductos agroalimentarios para la alimentación del ganado está globalmente extendido, siendo los rumiantes los principales candidatos debido a su capacidad para aprovechar la energía de la fibra gracias a la microbiota ruminal. Sin embargo, la utilización de la PA dentro del sector de la nutrición animal, en concreto, no está del todo definida porque depende de factores coyunturales, como son las variaciones que hay en la cosecha de la aceituna y la volatilidad de los precios de la alimentación animal y de la energía.
De todas maneras, y a pesar de la presentar una limitada capacidad para aportar nutrientes, debido a su composición, se ha determinado con este estudio que el alto contenido graso es un elemento destacado para formar parte de la nutrición animal. De hecho, puede ser incorporada a la dieta de rumiantes hasta en un 15% debido a la probada ausencia de efectos negativos sobre la fermentación ruminal. Además, cuenta con un perfil graso que justificaría realizar futuros estudios in vivo en condiciones prácticas para así considerar el impacto de la pulpa de aceituna sobre factores como la digestibilidad, la ingesta, la ganancia de peso, la producción de leche, la composición nutricional de la leche, y su perfil lipídico.
Esto permitiría una caracterización más completa de este ingrediente, facilitando su uso práctico en la formulación de piensos para pequeños rumiantes en producción, para así ampliar la oferta de ingredientes alternativos, de forma que se vea fortalecida la capacidad de implementación de la economía circular en el sector y, por ende, la sostenibilidad del mismo al reducir la huella ambiental de la cadena de producción alimentaria.
C3-BIOECONOMY: Circular and Sustainable Bioeconomy
C3-BIOECONOMY: Circular and Sustainable Bioeconomy es una revista internacional de innovación en Bioeconomía Circular y Sostenible, de periodicidad anual, centrada específicamente en el ámbito agroalimentario y forestal, y con vocación multisectorial, aceptando trabajos desde todos los sectores del sistema innovador, con especial hincapié desde el sector empresarial y el académico. En general, incluye artículos, redactados en español o inglés (para los artículos científicos el idioma preferiblemente será el inglés), que versan sobre temas de innovación en alimentación, agricultura y silvicultura, y bioproductos y bioprocesos relacionados con el sector agroalimentario y forestal.
Las líneas de investigación relacionadas con la bioeconomía deberán basarse en temas como la sostenibilidad de sistemas productivos: energía, agua y otros recursos naturales; biotecnologías y bioprocesos en la cadena alimentaria; biorefinerías y bioenergía en agroalimentación y sistemas forestales; bioproductos de alto valor añadido en alimentación, salud, cosmética e industria; aspectos socioeconómicos de la bioeconomía y sobre economía circular.
La bioeconomía engloba todos los sectores y sistemas basados en los recursos biológicos, sus funciones y principios, incluyendo agricultura, silvicultura, pesca, alimentación y bioindustrias, y es un sector clave para incentivar el crecimiento en las zonas rurales y costeras. La Estrategia de Bioeconomía de Europa aborda la producción de recursos biológicos renovables y su conversión en productos fundamentales y bioenergía.
Desde su actualización en 2018, la Estrategia de Bioeconomía se centra en acelerar el despliegue de una bioeconomía europea sostenible para maximizar su contribución a la Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), así como al Acuerdo de París: “La bioeconomía debe ser circular, de manera que los recursos biológicos se mantengan el mayor tiempo posible en la cadena productiva con el fin de lograr que no existan recursos sin aprovechamiento.” Una bioeconomía sostenible contribuye a la modernización y el fortalecimiento de la base industrial, a través de la creación de nuevas cadenas de valor y unos procesos industriales más ecológicos y rentables; es el segmento renovable de la economía circular, que puede transformar los biorresiduos, residuos y descartes en recursos valiosos y generar innovaciones e incentivos para ayudar a los minoristas y a los consumidores a reducir el desperdicio de alimentos; y fomenta ecosistemas saludables, contribuyendo a la restauración de los mismos.
Referencia:
Alberto M. Sánchez-García1, Manuel Romero Huelva2y A. Ignacio Martín-García (CSIC – Granada) https://doi.org/10.21071/c3b.vi5.17719
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